Tengo una familia que quiero. Tenemos lo que necesitamos materialmente para vivir, y aunque vamos justos de dinero, no nos falta trabajo. Trabajamos y eso nos hace, en esta sociedad que no está hecha para cuidar de nadie, ir a contracorriente. Nos noto cansados pero contentos. Luego en el día a día ando preocupado por las noticias internacionales, lo poco que uso las redes sociales en el ordenador, me llenan de indignación. Me intento centrar en ser paciente, amable, leer y escribir. Creo que me quitaría un gusanillo si pudiera escribir una colección corta de relatos, que la ficción es un campo que se me daría bien más allá de mi trabajo, que me llenaría. Pero en este momento de mi vida me falta fuerza de voluntad y seguridad. Me gustaría leer más pero ando distraído con lo que te decía y me sorprendo a mí mismo comprando muchos más libros de los que puedo leer y haciendo listas en lugar de leer lo que tengo delante.
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